
Liuvoff Morales
Proceso de trabajo con AVOZ
En este grupo trabajamos diez (10) personas de disciplinas y países distintos: Venezuela (1), Brasil (4), México (1) Argentina (2) y Colombia (2). Entre artistas, fotógrafos, abogada, psicóloga y enfermera emprendimos un diálogo sobre nuestros territorios. Iniciamos las sesiones de manera espontánea e informal, presentándonos y acogiendo la metodología presentada por Raissa Capasso y Gabriel Kieling fundadores del Colectivo Etinerâncias de Brasil, quienes de manera muy didáctica nos acercaron a conocernos e integrarnos desde nuestros saberes personales, familiares y ancestrales. Trabajamos el cuerpo, los afectos y la palabra como motor para encontrarnos en grupo y salir de la rutina de nuestra vida y trabajo, a pensar un proyecto común sobre las mujeres en las ciudades de Latinoamérica.
Encontramos que tenemos muchas cosas en común, culturalmente hablando: la comida, el lenguaje, los legados de la colonización española, el arte indígena, entre otros; así como también problemas muy similares que siguen latentes en nuestros países: la pobreza, la desigualdad, la explotación de recursos naturales no renovables, el despojo de tierras y la violencia de Estado, todos estos fenómenos tan complejos de abordar y en tan poco tiempo, pero desde el foco del diálogo y nuestra experiencia personal, fue posible encontrar ese “otro” interlocutor con el que pudimos intercambiar conocimientos.
No puedo definir ¿qué fue Avoz?, porque es una experiencia única, que me cambió la vida, eso solo lo puede vivir quien va al Laboratorio, interactúa y convive en grupo. Estar inmerso en actividades, seminarios, visitas y recorridos por la ciudad, es en definitiva una experiencia in situ.
Con Avoz pudimos apropiarnos de la ciudad desde el arte del esténcil, el fanzine y el graffiti para generar reapropiación de lugares como ocurrió en el barrio San Pancho y con un grupo de Tejedoras en la Colonia Centro. Estas intervenciones fueron el resultado de procesos de conocimiento previo por Redes Sociales y luego físicamente, directamente con ellos en sus territorios, desde la radio comunal, la intervención artística y la música como formas posibles de convivencia.
EIntervención artística por parte del grupo Avoz en San Pancho .
Así mismo, trabajamos en contextos abiertos para generar confluencia de saberes y experiencias diversas, con jóvenes mexicanos que no superan los 35 años de edad, y que están cambiando la forma de pensar la periferia, apoderándose del rap, el hip hop, como una subcultura que reúne otras generaciones a integrarse desde su hábitat, a salir de la violencia y entrar en ecosistemas de aprendizaje por un bien común.
Como resultado de todo este procesos, elaboramos la Plataforma Redavoz.org (http://redavoz.org/es) para visibilizar videos que conectan las diferencias de nuestras realidades latinoamericanas, hechos por y para mujeres de acuerdo a categorías, procesos de integración y apropiación básica del video. Para algunas de las categorías planteamos problemas culturales como feminicidios y violencia de género, por otra parte las alternativas ciudadanas como son los movimientos estudiantiles y sus nuevas pedagogías, las luchas sociales, las prácticas del cuidado, la apropiación del espacio público, el territorio y la movilidad, economías solidarias, migrantes, saberes tradicionales y tecnologías. Todas estas categorías son un referente para nuestros países y que seguiremos pensando y alimentando para nuestros propios territorios, con el fin de adoptar nuevos retos y aprendizajes, en diálogo e intercambio para la transformación social y en lo posible poder replicar en nuestras prácticas cotidianas.





Lab de Prototipado de proyectos de innovación ciudadana
